En Japón una marca de
lencería hizo pública la creación de una prenda íntima que solo podría
desabrocharse cuando la persona está enamorada.
Ningún hombre del mundo
fue instruido para desabrochar el corpiño de una mujer, y eso es de público
conocimiento. De esta forma los hombres deberán
esmerarse para conquistar y enamorar a la mujer que lleve puesta la prenda, ya
que solo así podrán quitarle el sostén.
"Un revolucionario
sujetador que sabe cómo realmente las mujeres se sienten", es el slogan
que presenta la empresa de lencería japonesa Ravijour. Resulta que bajo una de
las copas del corpiño está colocado un sensor de ritmo cardíaco que se conecta
al móvil a través de 'bluetooth'. Una aplicación recoge los datos enviados por
el sensor y si la frecuencia cardíaca alcanza lo que los creadores denominan la
"tasa de amor verdadero", se desabrocha automáticamente.Antes de
lanzar la prenda al mercado, la marca hará un concurso para permitir que cinco
parejas prueben el revolucionario invento.
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